(Se apaga la luz. Aparece Rafael)
Rafael: ¿Por qué lo hiciste?
Salvador: Para cambiar la historia, ¿has olvidado el informe?
Rafael: ¿Qué historia?
Salvador: La tuya, la mía, la de todos…¿Dice algo más?
Rafael: ¿Sobre qué?
Salvador: No sé… sobre el motivo.
Rafael: Creí que tu me lo dirías.
Salvador: ¿Yo? ¿Cómo iba a saberlo?
Rafael: No te creo. Una cosa así no se olvida fácilmente.
Salvador: Y si fuera un montaje.
Rafael: Déjate de bobadas.
Salvador: ¿Bobadas? ¿Cuántos revolucionarios fueron acusados de traidores, soplones, confidentes, inclusos asesinados, durante la dictadura? Y no me refiero a la policía sino a vosotros.
Rafael: No vas a conseguir provocarme si es lo que intentas. No estamos juzgando a los comunistas ni a la dictadura ni siquiera a ti. Sólo quiero una explicación. Nada más. Algún motivo tendrías para denunciar a tus antiguos camaradas.
Salvador: Ninguno que yo sepa.
Rafael: ¿Por qué no lees el informe? Quizás te refresque la memoria. O eso es lo que no quieres.