(Se apaga la luz. En la consulta del psicólogo. Salvador continúa hipnotizado.)
Psicólogo: ¿Volvieron a verse?
Salvador: Una o dos semanas más tarde, Helena me llamó para decirme que Rafael quería verme.
Psicólogo: ¿Rafael? ¿Para qué?
Salvador: No quiso decirlo por teléfono, tampoco insistí porque sabía que estaría ella. El último encuentro había sido algo tenso. Pero, como Rafael ya no estaba en la cárcel, supuse que iría mejor.
Psicólogo: ¿Y lo fue?
Salvador: No, como de costumbre volvimos a discutir.
Psicólogo: ¿Qué día es hoy?
Salvador: Diecisiete de junio de mil novecientos setenta y cinco.
Psicólogo: ¿Está seguro?
Salvador: Claro.