Mujer eres de barro
que se cuece lentamente,
escondiendo fuego,
meteoritos de fiera,
en sus delgadas paredes.
Mujer eres tierra de frutales,
saturada de umbría,
de nidos de pájaros en las ramas,
de olores de misteriosos sobresaltos.
Mujer, la intensidad de la fiebre
de los mares que cuelgan tensos
de los arcos de la luna
entreveran mi cuerpo y tus manos.