Un lucero desgajado
del racimo de las constelaciones
cuelga del salón del palacio
Al-Nasir desea gozar en vida
de los placeres del cielo.
Las doncellas envidian
la hermosura de este rayo
soplo de luz que enfrió una ola
en el fondo del océano.
Un lucero desgajado
del racimo de las constelaciones
cuelga del salón del palacio
Al-Nasir desea gozar en vida
de los placeres del cielo.
Las doncellas envidian
la hermosura de este rayo
soplo de luz que enfrió una ola
en el fondo del océano.