Malintencionados versos cubren
las barandillas del puente romano,
“No hay hombre en Al-Andalus
capaz de satisfacer a Achfa”,
se queja un amante despechado.
Malintencionados versos cubren
las barandillas del puente romano,
“No hay hombre en Al-Andalus
capaz de satisfacer a Achfa”,
se queja un amante despechado.