Cuentan en Comares
que una joven yendo por agua
cautivada por su voz
dejó caer al suelo
el cántaro que llevaba.
No queriendo volver el rostro
temerosa de que el sueño quebrara
anduvo silenciosa unos pasos
y corrió hacia su casa.
Cuentan en Comares
que una joven yendo por agua
cautivada por su voz
dejó caer al suelo
el cántaro que llevaba.
No queriendo volver el rostro
temerosa de que el sueño quebrara
anduvo silenciosa unos pasos
y corrió hacia su casa.